Trabajar como freelance significa que algunos meses cobras 3.000€ y otros apenas 1.200€. Durante años viví con esa ansiedad constante de no saber si llegaría a fin de mes.
Lo que cambió todo fue entender que necesitaba un calendario que reflejara mi realidad, no la de alguien con nómina fija. Ahora tengo un sistema donde guardo el 40% de los meses buenos para cubrir los meses flojos. Suena simple, pero necesitaba verlo organizado visualmente.
Desde octubre de 2024 que implementé el sistema, he dejado de usar la tarjeta de crédito como colchón de emergencia. Eso solo ya me ahorra unos 80€ mensuales en intereses que pagaba sin darme cuenta.